Este proyecto surge del interés de la propiedad y promotor por adecuar un local para uso como consulta médica ginecológica en la localidad de Cartaya. La intervención requería la modificación de la configuración actual del local existente, una carnicería y colmado de productos halal.

El ambicioso contenido programático inicial de la intervención ponía a prueba los límites de un local de una superficie construida de 73m2. En los primeros compases de diseño se determina estructurar las estancias en franjas dispuestas perpendicularmente a la fachada. En el centro, la recepción y el aseo accesible, actúan de filtro entre los ámbitos público y privado. El esquema responde a una voluntad manifiesta por conseguir claridad en todos los órdenes, incluida la elección de materiales, de las gamas de color y del mobiliario.

En su estado original la fachada se caracterizaba por una visión desordenada y confusa a causa de los múltiples elementos accesorios que distorsionaban la sencillez proyectual del diseño original. El primer paso de la actuación pasa por tanto por un limpiado exhaustivo de todas estas superposiciones acumuladas con los años. Acto seguido se “viste” al edificio en piedra arenisca, aportanso sobriedad, solidez y seguridad, al tiempo que la calidez propia del material. La preservación de la intimidad, objetivo primordial, se alcanza con el tratamiento translúcido en vidrios o con una celosía de piedra.

En línea con lo anterior el diseño interior procura sencillez conceptual, sin dejar de lado una calidez y confort envolventes que redunde en el agrado y la tranquilidad del paciente. En esta línea, el espacio se reviste por planos, recurriendo a materiales y tonalidades que generen sensaciones acogedoras, como el textil o los derivados de la madera. El mobiliario, se mueve dentro de los mismos parámetros de discreta elegancia, recurriendo a piezas de líneas sencillas, modernas, sin detrimento de la comodidad.  En conjunto, los tonos claros y ocres de revestimientos, mobiliario y accesorios dominan la escena.