oficinas de almanatura
almanatura lleva más de 20 años trabajando para dotar a los habitantes de pequeños municipios de instrumentos contra la despoblación. Su sede, en Arroyomolinos de León, consistía en una oficina sobre una cochera cargada de recuerdos. Acuciados por los problemas de espacio, sus responsables entendieron que había llegado el momento de la ampliación funcional y renovación estética de la oficina.
La intervención optimiza el uso de la planta baja, proponiendo soluciones flexibles y adaptativas que respondan al exigente programa de usos planteado. Este es el ámbito de expansión natural de la oficina, será aquí donde se instalen los nuevos puestos de trabajo. Sin dejar de cumplir una función socializante, en tanto que espacio mediador con los vecinos de Arroyomollinos, objetivo primordial de la actuación, al tiempo que crucial para la cohesión interna del equipo. Esta diversidad mueve a valorar la espacialidad diáfana del almacén, haciendo uso únicamente de elementos móviles, como las persianas alicantinas artesanas, para sutiles distinciones de ámbitos. En la planta superior la estrategia es más comedida, focalizando el grueso de la intervención en la habitación central. En lugar de proponer una relectura del organigrama de trabajo actual, entendimos que la distribución respondía a hábitos laborales muy consolidados, y que la función del diseño consistía en mejorar sus condiciones. Se trata pues de reconocer estas inercias e integrarlas en el esquema de modo comprensivo e inclusivo. Así la sala central se refuerza como núcleo radiante -lumínico y estratégico- del equipo. Las habitaciones laterales se abren a este espacio buscando la transparencia transversal al edificio.
Domina una voluntad manifiesta por conseguir claridad en todos los órdenes de intervención. Esto no sólo se expresa en la sencilla distribución, sino que irradia en la elección de materiales, de las gamas de color, así como en la mejora de la iluminación natural.
Esto último, unido a la instalación íntegra de calefacción mediante estufas de biomasa ayudará a reducir el consumo de energía primaria y emisiones del edificio. La sostenibilidad de la propuesta es patente en el empleo principal de materiales orgánicos o sus derivados (linóleo, madera, OSB…) o en la elección de artesanos locales para mobiliario y revestimientos.